Conozca sus desencadenantes

Cuando se exponen a ciertas conversaciones, eventos o situaciones, muchas personas experimentan "desencadenantes emocionales" que pueden recordarles algo perturbador en su pasado. Estos desencadenantes pueden desencadenar fuertes sentimientos emocionales y físicos que pueden hacer que las personas respondan o reaccionen de manera poco saludable, sintiéndose tensas, ansiosas, en pánico, tristes o enojadas, o con ganas de retirarse o arremeter. Conocer tus desencadenantes puede ayudarte a aprender formas mejores y más saludables de responder. 

Pruebe estas sugerencias:

Sintoniza con las respuestas de tu cuerpo. ¿Una situación o un comentario de alguien hizo que se te oprimiera el estómago o el pecho o que tu mente se quedara en blanco? Antes de responder, tómese un momento para alejarse, contar hasta diez y respirar profunda y lentamente unas cuantas veces. Calmar tu sistema de esta manera puede ayudarte a restablecerte para formar una respuesta más saludable. Por ejemplo, después de reflexionar, puede considerar usar declaraciones de "yo siento" en lugar de usar declaraciones de enojo y acusaciones de "usted".

Escribe tus sentimientos negativos en lugar de juzgarlos o reprimirlos. No siempre es fácil determinar cuáles son los desencadenantes. Escribir los detalles sobre una circunstancia perturbadora y cómo te sentiste puede ayudarte a identificar más fácilmente tus desencadenantes, lo que hay detrás de ellos y a encontrar las mejores formas de responder cuando surjan situaciones similares.

Nombra en silencio tus emociones incómodas. Decirte a ti mismo: "Me siento muy impaciente en este momento", por ejemplo, es otra forma de ayudar a controlar las emociones desencadenantes para que no te gobiernen.

Practica el diálogo interno positivo. Decirte a ti mismo frases como "Puedo esquivar esta situación" puede ayudarte a regular las emociones y sentirte más en control.

Recuerda, ¡puedes cambiar activamente tu estado mental! Y puedes elegir cómo, o si, quieres reaccionar o responder.

Habla con un consejero. Esto es especialmente útil si ha experimentado una situación traumática, tiene trastorno de estrés postraumático y/o no puede manejar sus desencadenantes. La terapia cognitivo-conductual, los medicamentos y otros métodos también pueden ser útiles.

Este artículo se utiliza con el permiso de nuestro socio Health Advocate.